Curioso, el modo en que la industria biotecnológica se ha desarrollado en el ultimo tiempo. Sin embargo, es de público conocimiento que las fermentaciones han sido acompañantes de la humanidad desde tiempos inmemoriosos.
No es casualidad que los primeros fermentos hayan sido para la obtención de bebidas, con el conocido efecto embriagante que estas producen. Sin embargo, hoy voy a hacer referencia al primer sistema de fermentación estrictamente controlado en cuanto a temperatura, pH, biomasa, productos, esterilidad, y rendimiento. No señores, no voy a hablar de estructuras metálicas, ni de procesos ingenieriles, ni siquiera de humanos. Voy a hablar de quien muchos aún creen se trata de un animal herbívoro, pero no deben ser engañados por la vista ni por el saber popular. No se desconcierten, ese animal es comunmente conociso, más aún en nuestras latitudes. Es ese animal "todo forrado de cuero, con las patas tan alrgas que le llegan hasta el suelo": la vaca.
Si, señores, si bien voy a hablar de la vaca (Bos taurus) no me refiero a ellas, a pesar de ser anteriores a la humanidad en sentido evolutivo, sino a la superfamilia (o suborden en un sentido más estricto) de los rumiantes (Ruminantia). ¿Acaso siguen creyendo que son herbívoros?
No se dejen engañar! Los rumiantes son los primeros bioprocesistas de la historia de los mamíferos (mucho peces también lo son, como veremos más adelante). Más aún, lo son en un sentido alimenticio.
Para quienes no están en el tema, los rumiantes se caracterizan por hermosas adaptaciones en sus sitema digestivo: poseen cuatro tabicaciones incompletas en su estómago, que ayuda a digerir los elementos celulósicos que la vaca ingiere. Esta los ingiere no para su consumo personal, sino para alimentar miles de bacterias y protozoos de los que extrae su alimento.
Si! maravilloso, la envidia de cualquier bioprocesista.
Un sistema de cultivo continuo perfectamente regulado: temperatura constante y óptima para los organismos que en ella viven, normalmente sin contaminaciones biológicas, pH finamente regulado, biomasa prácticamente constante, suminsitro de oxígeno adecuado, productos finamente regulados, agitación constante y no dañina... un modelo a seguir para quienes en la juerga se saben denominados tacheros.
Lo curioso del asunto es que coexisten varias especies diferentes de microorganismo, tanto bacterias como eucariotas, con la complejidad que eso reviste, y que ni en sueños aún se ha desarrollado en la mente de los más avanzados bioprocesitas.
Sin embargo no son los únicos animales que tienen "biorreactores". Por citar meros ejemplos, los peces con extremidades bioluminescentes, son así gracias a bacterias, y todos los animales (excepto el caracol y babosas) que comen alimentos ricos en celulosa tienen una maquinaria parecida a la de los rumiantes, como por ejemplo termitas.
En fin, parece ser que para poder cultivar seres vivos, tenemos que aprender de otros seres vivos.
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