Es curioso que hace poco más de 7 años, el actual gobernador de California, el Señor Arnold Schwarzenegger haya hecho de Señor Frio en la película de Batman, siendo que su estado es uno de los más tropicales del país del norte.
En este filme su personaje intentaba generar el Ciudad Gótica un invierno permanente, que por supuesto nuestro héroe y sus ayudantes (Robin y Batichica) se encargan de frustrar.
Ahora bien, imaginemos que el señor frío hubiera triunfado... ¿Que hubiera pasado? Bueno, muchas cosas, pero aquí haremos referencia a lo que hubiera pasado en animales superiores, como el perro, como vos y como yo.
Hace poco tuve la oportunidad de leer un review escrito por el Dr. Danuta Wrona, en el cual se mencionan unos cuantos estudios sobre estrés. Particularmente en uno se usaron ratas y ratones para someterlos a distintos estímulos que se saben que causan estrés: alcohol, frío, choques eléctricos, pinchaduras en la cola, etc... La verdad que sí, es un experimento bastante comprometido del punto de vista ético. Sin embargo, pasemos esto por alto, con el fin de analizar los resultados que este científico obtuvo.
Las medidas de estrés que tomó fueron la capacidad de sobrevivir, reproducirse y el nivel de ciertas hormonas indicadoras de estrés (cortisol, adrenalina, opioides endógenos, oxitocina, vasopresina, etc.). La conclusión a la que llegó este científico, es que por mucho sobre los demás estímulos, el mayor estresante animal era el frío. Ahora bien, veamos como podemos trasladar esto a la vida cotidiana y a la biotecnología.
Empecemos por mencionar datos no menores y de conocimiento general. Por empezar, una gran parte de animales no puede vivir en zonas frías como las estepas rusas, nuestra Patagonia, la Antártida o Groenlandia. Además, los animales que lo hacen tienen adaptaciones especiales: grasa parda en homeotermos, y anticongelantes en peces; gruesas capas de pelo, sistemas circulatorios adaptados en extremidades, impermeabilidad, etc. En segundo lugar, están los patrones psicológicos latitudinales: las culturas más boreales de Europa son las que tienen mayores tasas de suicidio (por ejemplo Suecia y Dinamarca), asociadas a la depresión. Como se sabe desde hace ya un tiempo considerable, este trastorno se debe a bajos niveles de oxitocina en el sistema nervioso central, tal como lo indica Wrona en su review.
Una observación quizá más subjetiva pero no por eso menos real, puede hacerse a nivel salud en el hemisferio sur. Si bien en nuestra Patagonia las horas de sol en invierno son pocas, no son tan escasas como en el norte. Lo que claramente es menor, por una cuestión económica y de historia, es la calidad del sistema sanitario, aún con los enormes esfuerzos que realizan gran parte de nuestros médicos. Esto se ve en que la incidencia de virus y bacterais oportunistas es mucho mayor por estas latitudes: ¿quién no ha tenido una famosa boquera?¿Quién no conoce algún caso de culebrilla?¿O van a negar que la tasa de gripes en nuestro país de por sí es bastante alta todos los inviernos?
Bueno he aquí el claro efecto de todos los compuestos inducidos en nuestro cuerpo por estrés. Y más que claro este estrés inducido por el frío.
Es aquí donde la Biotecnología debería entrar, al mejor estilo Batman y combatir los efectos del Señor Frío. Quizá ahí este la solución a muchos problemas sanitarios, que pareciendo triviales complican el bienestar de la población y las políticas de estado. No es que todos debamos tomar pastillas anti- estrés todo el invierno, pero quizá la investigación sobre señalización en situaciones de estrés, y terapias que ayuden a disminuir este efecto, pueden ayudar a sanear un poco el ambiente. Hoy por la gripe A, mañana… ¿quién sabe? Quizá sea este un modo eficaz también de ayudar las balas mágicas que predichas hace más de cien años por Paul Ehrlich.